"Por sus surcos corren sustancias nutricias diversas: hay bastante psicodelia al estilo Barrett, hay notas de hard rock, unas cuantas gotas de power pop y, por supuesto, guitarras distorsionadas que a veces pintan paisajes de estilo oriental".
"Lo que Fleming nos relata es ese viaje de regreso a casa, un domingo por la tarde, con la perspectiva de un lunes de plomo y el recuerdo de los deliciosos días pasados".
"Uno se da cuenta también de que el modo que Lester tiene para ensalzar una obra es humillándola, echándola al cieno, machacándola una y otra vez. Y tiene sentido, porque ¿puede haber mayor homenaje para una obra de arte que someterla al tamiz de una crítica seria e implacable?".
"Al no estar Brett Anderson en escena, Damon Albarn buscó un púgil con quien medirse y halló idóneo rival en Liam Gallagher. La llamada “Batalla del Britpop” fue el punto de declive de aquel movimiento, el instante crucial en que el público empezó a darse cuenta de lo superficial y ridículo que era todo ese asunto".
"Huyendo de la segregación y de la discriminación (cuando no directamente de los linchamientos), seis millones de afrodescendientes se instalaron en las ciudades del norte y cambiaron radicalmente las costumbres musicales de este lado de Norteamérica".
"Lo que hay aquí es pop juvenil, desenvuelto, fresco y embriagador. “Paper Gods” es una provocativa invitación a las pistas de baile. Y uno, claro, ya no tiene 16, sino que bordea peligrosamente los cincuenta, como que ya no está para esos trotes".