La muerte se ha vuelto cotidiana en la ciudad. La pandemia del covid se ha llevado ya a casi 700 personas, oficialmente, pero hay otras 200 que han sido recogidas en sus casas, tras una muerte no esclarecida. La Policía Nacional no es ajena al drama.
El caso particular de algunos de ellos, llama la atención. Esta semana se fue el mayor PNP Luis Padilla, quien es por lo menos la tercera víctima de la policía cuyos familiares reclaman lentitud para auxiliarlos. Antes de él, dos de sus compañeros fallecieron por falta de una cama UCI. Uno en espera de un viaje a Lima y otro en camino a un hospital capitalino, donde recibiría atención especializada.
El caso del policía Luis Padilla ha impactado en la población, luego de conocerse sus mensajes pidiendo auxilio a sus superiores.
“Mi general, se lo pido, necesito ventilador, es vida o muerte por favor, se lo suplico”
Así escribió antes de perder la conciencia y fallecer, dirigiéndose al Jefe de la IX Macro Regional Policial, Víctor Zanabria Ángulo. Por eso, sus familiares dicen que Luis recibió ayuda demasiado tarde. Su hijo afirma que a él “lo trasladaron cuando ya se estaba muriendo”.
“No hicieron nada. Fueron muy dejados con la salud de mi papá. Los médicos daban tratamiento sin tener la placa de los pulmones, hasta que terminó empeorándose en la cama de hospitalización”
Luis Padilla Bacas, hijo del comisario Luis Padilla
En una entrevista, el general Zanabria reconoció que el hospital policial no cuenta con la implementación necesaria para socorrer a sus enfermos graves. Por eso se acordó trasladar a los agentes en esa situación al hospital de Essalud. Sin embargo, este nosocomio también tiene su capacidad desbordada.
Tras el sepelio, la familia de Luis evalúa denunciar a las autoridades policiales de la IX Macro Región Policial Arequipa y a los responsables de la Sanidad Policial.
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