La escasez de fertilizantes a nivel mundial reduciría hasta en un 50% la producción de agricultores de Arequipa. Así lo reconoció Alberto Cabrera Rosas, integrante de la Junta de Usuarios del Chili Regulado, quien afirmó que no tienen capital para la compra de estos insumos.
“No tenemos semilla ni fertilizantes, no podemos sembrar. En mi caso no sembraré cebolla porque no me alcanza el dinero”, sostuvo Cabrera.
En Arequipa, la mayoría de los trabajadores del campo desisten en sembrar debido a que a fines del año pasado una bolsa de urea costaba 77 soles, pero ahora deben pagar más de 260 soles por la misma cantidad de fertilizante.
“Para un topo de cebolla se necesita 9 bolsas de fertilizantes que cuestan entre 250 a 300 soles. No basta con eso, se requiere de fungicidas, insecticidas y mano de obra que en nuestra ciudad es cara”, enfatizó el agricultor.
Ante la situación crítica, los hombres del campo exigen una solución por parte del gobierno. Proponen que los capaciten para producir abonos y se implanten políticas para la reducción de precios de los insumos.
Escasez de agua para cultivos en Arequipa
Por otro lado, Cabrera aseguró que no hay crecimiento de la frontera agrícola debido a que el afianzamiento de la cuenca del rio Chili abastece de agua a la minera Cerro Verde, provocando reducción de agua para los riegos.
Señaló que no se estaría respetando la ley de recursos hídricos que establece un orden en cuanto al uso de agua. La norma estipula en primer lugar al uso poblacional, seguido de la agricultura; y después otras actividades como la minería.
Otro problema que los aqueja son los desequilibrios en la comercialización. “No podemos comercializar nuestros productos directamente, nos lo compran a un precio barato. Hace tres meses el precio de la cebolla estaba 10 centavos en la chacra y en el mercado costaba 1.50 soles. Quienes ganan son los intermediarios”, agregó.
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