Las ciudades, como las sociedades, cambian constantemente y en estos tiempos la frase “todo tiempo pasado fue mejor” es muy cuestionada. Sin embargo, el pasado tiene un encanto innegable, aunque no había internet, ni celulares, ni X (el nuevo twitter de Elon Musk, ni -como dijo Joaquín Sabina- la puta que los parió). Arequipa es parte del mundo moderno, pero tiene un pasado muy particular.
Esa ventaja del presente -como pueden ver literalmente- nos permite hoy, en el año 2023, llevarles estas imágenes hasta cualquier lugar donde se encuentren. están estas imágenes de la ciudad de aquellos tiempos, que no volverán, para bien o para mal.
Aquí las -no toan odiosa- comparaciones:
La fachada del céntrico mercado San Camilo, ineludible en la rutina de la mayoría de arequipeños, ayer y hoy.
El Puente Bolognesi, resistiendo como ningún otro monumento al paso del tiempo, bajo el cual ha corrido mucha agua.
Aunque son portales diferentes, se puede apreciar los cambios que sufrieron las edificaciones de la plaza principal de la ciudad en un siglo transcurrido. La imagen actual es del Portal de la Municipalidad, el único que aún tiene tránsito vehicular en la pista.
El centenario hospital Goyeneche, donado a la ciudad por el obispo del mismo nombre, tenía un estilo gótico y tres alas principales, con una capilla al medio. Hoy no quedan esas estructuras, derribadas por el paso del tiempo y los terremotos. Pero a quienes ingresan a ellas, los transporta en el tiempo, sin duda.
El ferrocarril del sur fue un factor decisivo para la modernización y crecimiento de las ciudades que atravesaba. Arequipa era el punto más importante en su recorrido y esta hermosa estación de tren lo atestiguó en su momento.
Y fue precisamente para posibilitar el paso del tren sobre el río de Arequipa que se construyó este puente llamado hasta ahora “puente de fierro”, aunque su nombre oficial es Puente Bolívar. Hace algunos años, ante su deterioro, los automóviles que protagonizaban frecuentemente caídas accidentales, dejaron de circular por él, pero sigue siendo un lugar privilegiado para contemplar la ciudad.
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