La salud mental de los habitantes de Arequipa se ha convertido en una preocupaciĆ³n creciente. Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, pasando por crisis econĆ³micas y polĆticas, la regiĆ³n ha experimentado un incremento alarmante del 40% en los casos de ansiedad y depresiĆ³n. Esto refleja una realidad compleja y desafiante para el futuro de la sociedad arequipeƱa.
El impacto de la crisis en la salud mental
La crisis de salud mental se agravĆ³ por una serie de factores que incluyen restricciones, pĆ©rdida de empleos, incertidumbre econĆ³mica y la amenaza constante de la COVID-19. Julio Cesar Abarca, decano del Colegio de PsicĆ³logos de Arequipa, afirma que, a nivel nacional, Arequipa es la segunda regiĆ³n con la mayor tasa de suicidios. Esto pone de manifiesto el impacto de la crisis econĆ³mica y sanitaria en la salud mental de las personas.
El Dr. Breison Velarde, director del complejo de salud mental MoisĆ©s Heresi, explica que el estrĆ©s, la ansiedad, la depresiĆ³n y las conductas suicidas son los principales problemas que afectan la salud mental de la poblaciĆ³n en Arequipa, especialmente en los mĆ”s jĆ³venes. Cada vez mĆ”s personas buscan la ayuda de profesionales en los centros de atenciĆ³n especializados. Esto ha llevado a una creciente lista de espera y a la necesidad de una mayor inversiĆ³n en salud mental.
Un llamado a los centros de salud mental
El complejo de salud mental MoisĆ©s Heresi, gestionado por la Sociedad de Beneficencia de Arequipa, ha experimentado un aumento significativo en la demanda de servicios de psicologĆa. El centro atiende mensualmente entre 200 y 250 pacientes, y al menos 30 de ellos requieren hospitalizaciĆ³n debido a diversas patologĆas.
Ninfa Meza de Peralta, administradora del centro de salud MoisĆ©s Heresi, seƱala la falta de presupuesto y apoyo gubernamental para los centros de salud comunitarios. TambiĆ©n destaca un dĆ©ficit de profesionales de la salud mental en la regiĆ³n. Y seƱala la necesidad de un tratamiento continuo y exĆ”menes regulares como tareas fundamentales para lograr una recuperaciĆ³n efectiva.
La crisis afecta a todas las edades
El Dr. Velarde explica que la pandemia y sus consecuencias han generado un aumento en trastornos como ansiedad, depresiĆ³n, fobias y estrĆ©s postraumĆ”tico. Estas patologĆas no deben ser subestimadas, ya que todas tienen tratamiento, que incluye terapia y, en algunos casos, tratamiento farmacolĆ³gico. De forma alarmante, el 70% de los pacientes llega a los hospitales con patologĆas graves. Esto resalta la necesidad de aumentar las campaƱas de despistaje y consultas en todos los grupos de edad.
Los sĆntomas de problemas de salud mental incluyen cambios bruscos en las emociones, problemas de sueƱo, cansancio y una disminuciĆ³n del rendimiento. Las familias y amigos juegan un papel esencial en brindar apoyo a quienes enfrentan desafĆos en su salud mental, pero es fundamental que reciban atenciĆ³n profesional.
Y la salud mental es relevante para todas las personas, independientemente de su situaciĆ³n socioeconĆ³mica.
Prevenir pƩrdidas humanas
El decano del colegio de PsicĆ³logos citĆ³ a Cesar Malpartida, experto en salud mental, que destaca que Arequipa es la regiĆ³n con la mayor tasa de suicidios en el paĆs, un fenĆ³meno que ha aumentado en un 10%. Este incremento en los casos de suicidio es un llamado de atenciĆ³n urgente, ya que refleja el profundo sufrimiento que muchas personas estĆ”n experimentando en silencio.
Los expertos consultados coinciden en que el sector de la salud mental en Arequipa y a nivel nacional necesita una inversiĆ³n sustancial. La falta de recursos y apoyo financiero es un obstĆ”culo significativo para garantizar que las personas reciban la atenciĆ³n necesaria y continĆŗen sus tratamientos.
AdemĆ”s, la interrupciĆ³n del tratamiento por parte de los pacientes es un desafĆo que debe abordarse con urgencia. MĆ”s del 60% de los pacientes abandonan el tratamiento psicolĆ³gico. Este abandono puede llevar a consecuencias devastadoras para la salud mental de las personas y aumentar el riesgo de suicidio.
TambiĆ©n seƱalan que es fundamental que las autoridades gubernamentales reconozcan la gravedad de la crisis de salud mental y asignen los recursos necesarios para prevenir pĆ©rdidas humanas. La inversiĆ³n en programas de prevenciĆ³n, servicios de atenciĆ³n continua y la capacitaciĆ³n de profesionales de la salud mental es esencial para abordar esta crisis de manera efectiva.
La salud mental como parte integral de la vida
La salud mental es una parte integral de la vida de las personas. A menudo, se tiende a considerar que solo aquellos que parecen estar desconectados de la realidad o que exhiben comportamientos visiblemente inusuales necesitan atenciĆ³n psicolĆ³gica. Sin embargo, la realidad es que la salud mental afecta a personas de todas las edades y trasfondos. La ansiedad, la depresiĆ³n, las fobias y el estrĆ©s pueden manifestarse de formas sutiles y no siempre son evidentes para los demĆ”s.
Es esencial entender que la salud mental es un aspecto fundamental del bienestar. El estigma en torno a ella puede ser un obstĆ”culo para buscar ayuda y tratamiento a tiempo. Con una mayor visibilizaciĆ³n y educaciĆ³n sobre la salud mental, se debe trabajar en la eliminaciĆ³n de estos prejuicios y garantizar que las personas reciban el apoyo que necesitan sin temor al juicio de los demĆ”s.
El camino hacia la recuperaciĆ³n
El Ministerio de Salud ha modificado la norma tĆ©cnica para fortalecer la salud mental entre 2023-2028, con el fin de duplicar centros especializados en la regiĆ³n.
Los 13 centros de salud comunitarios son esenciales en la detecciĆ³n temprana y atenciĆ³n de problemas de salud mental, pero requieren mejoras en infraestructura y recursos. La normativa actual es un paso positivo para invertir en centros especializados y atenciĆ³n comunitaria en salud mental, requiriendo la colaboraciĆ³n de gobiernos locales.
Arequipa, siendo una de las regiones mĆ”s afectadas por la crisis de salud mental, puede liderar la lucha a nivel nacional con una inversiĆ³n significativa en el sector de salud mental. La concienciaciĆ³n y la eliminaciĆ³n del estigma son cruciales, y la inversiĆ³n en centros de salud mental y programas de prevenciĆ³n es esencial.
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