La culpa es nuestra y el monólogo de Dina

La presidenta Dina Boluarte aprovechó la ceremonia de recibimiento de ‘Vaso de Leche’ para hacer un breve y dudoso balance de su gobierno. En un risible monólogo de pregunta y respuesta, Dina nos dejó más de un enunciado para la posteridad.

- Publicidad -

“A veces, cuando la conciencia no está tranquila no se puede dormir”. Antes de empezar a desmenuzar la cháchara de la presidenta Dina Boluarte, me parece relevante darnos un momento para compadecernos por el joven de la esquina inferior derecha de la pantalla quien, en pro de cumplir con su labor de traducir la paporreta para las personas con discapacidades auditivas, debe haberse aguantado la risa más de una vez.

Según Boluarte, su gobierno saldrá por la puerta grande, con las manos limpias, la conciencia tranquila y el envidiable derecho a dormir como un angelito. Sería un gran gesto si la presidenta pudiera compartirnos la receta para dormir bien; sin embargo, si tuviésemos que hacer presunciones para adivinar la pócima, le pongo mis fichas a la ingesta excesiva y desmesurada de agua de azahar.

El intercambio de preguntas y respuestas entre Dina y Dina no fue presenciado sólo por las personas que atendieron a la ceremonia, sino que también fue escuchado por Poco, Pico y Paco, tres amigos imaginarios que se mantuvieron participativos en el show que nos tenía preparado nuestro “lunar de claridad”, como hace unas semanas la llamó el premier Otárola (no sé qué tan conveniente sea la comparación, ni qué tan benigno sea el lunar, pero ese es otro tema).

“A veces se dice ‘saneamiento básico’, ¿y eso qué es?”, se preguntó Dina, para luego responderse a sí misma, digo, a los tres amigos: “es agua y desagüe”. Al parecer, estaba esperando que un “aaaahhh” de los mortales presentes invadiera la sala, pero el silencio terrenal se impuso. La presidenta continuó en su monólogo: “A nivel nacional, no tenemos (agua y desagüe), ¿por qué no tenemos?”. Poco y Pico se miran, parecen entender la dinámica, a Paco aún les cuesta. “Por la desidia de algunas autoridades”. Paco asiente con la cabeza en dirección a sus compinches, ya entendió de qué va el coloquio.

“¿Tenemos hospitales? Sí.” Los tres cuchichean.”Efectivamente, sí tenemos”, concluyen. “¿Están en la capacidad de atender a los más de 33 millones de peruanas y peruanos? No.” Poco, reflexivo, se cuestiona a sí mismo si esa fue la forma más inteligente de cerrar; Pico, quien ahora también ha notado al intérprete en la esquina de la pantalla, se pregunta si el joven traductor se arrepiente de su profesión en momentos como éste; y Paco, que sí estaba escuchando atentamente la verborrea acerca de la incapacidad de los hospitales, decide ahorrarse un chiste de mal gusto.

“¿Es culpa de esta presidenta?” No Dina, es culpa del Papa -dice Paco, quien no se aguantó más-. “El que no tengamos agua y desagüe, ¿es culpa de esta presidenta?” No, es culpa de Joe Biden -replica el arrabalero de Paco-. “En realidad, yo tampoco la hubiera recibido” -aumenta Pico, sumándose al chiste-. “Que las carreteras y los caminos no estén con mantenimiento, ¿es culpa de esta presidenta?” Poco lleva sus dedos pulgar e índice a la mandíbula, se esfuerza por descifrar el mensaje. Paco mira al joven traductor de nuevo y se compadece en gestos, en seguida, le susurra resignado: “tranquilo cholo, ahorita acaba”.

“Estamos atendiendo, sí, pero de la noche a la mañana no podemos atender a todo el territorio nacional”. Poco hace una reflexión interesante, es cierto que Dina recibió un país complicadísimo de gobernar, luego de que el golpista chotano hiciera de las suyas en el Ejecutivo; sin embargo, la memoria selectiva de la presidenta la ha llevado a ignorar que viene trabajado con el gobierno desde la elección del outsider de sombrero en 2021.

El mensaje continúa y los tres amigos se mantienen expectantes. Al final, en un chispazo que roza lo milagroso, Paco se ilumina y pregunta: “Si la culpa no es de Dina, ¿de quién es?”. “Pues -responde Pico- la respuesta es tan esperanzadora como decepcionante. Tenemos los políticos que elegimos, por ende, el país que merecemos”. Poco se levanta, se acomoda la camisa y sentencia: “Por regla de tres, la culpa es nuestra”.

El Búho, síguenos también en nuestras redes sociales:    

Búscanos en FacebookTwitterInstagram y además en YouTube.

Autor

  • Gonzalo Bedoya

    Gonzalo Alonso Bedoya Ramírez, estudiante de Comunicación y Publicidad en la Universidad Científica del Sur. Escribe principalmente sobre política y actualidad.

Suscríbete a La Portada

Recomendación: Antes de iniciar la suscripción te invitamos a añadir a tu lista de contactos el correo electrónico [email protected], para garantizar que el mensaje de confirmación de registro no se envíe a la carpeta de correo no deseado o spam.
- Publicidad -

Artículos relacionados

Últimas noticias