El año 2023 se inspeccionaron farmacéuticas en Arequipa, con la intervención de 450 establecimientos en la región, revelando una preocupante cifra. Más de 70 locales operaban sin la debida autorización sanitaria, reveló Herbert Navarro Robledo, químico farmacéutico de la Gerencia Regional de Salud de Arequipa (Geresa). Además, en este grupo, se encuentran más de 80 farmacias y boticas autorizadas que están en proceso de sanción por diversas faltas.
Para intensificar la supervisión, la Dirección Regional de Medicamentos Insumos y Drogas (Diremid) planea inspeccionar mil establecimientos durante el año 2024. Esto representa el 50% de los locales en Arequipa. Este aumento en la vigilancia busca combatir la venta y distribución de medicamentos falsos y vencidos, una problemática que persiste y pone en riesgo la salud pública.
Tan solo el año pasado se incautó una tonelada de medicamentos falsificados y caducados, los cuales fueron posteriormente incinerados por una empresa especializada. No obstante, en lo que va del presente año, ya se han decomisado 50 kilogramos de estos productos fraudulentos. Y se ha procedido a sancionar a 10 establecimientos por carecer de la presencia obligatoria de un químico farmacéutico, principalmente en los distritos de Paucarpata, Miraflores y el cercado de Arequipa.
Identificación de medicamentos falsos
Con motivo del Día Contra la Falsificación de Medicamentos, que se conmemora cada 10 de febrero, se ha lanzado una campaña para concienciar a la población de Arequipa sobre los riesgos asociados con la adquisición de fármacos falsificados.
Se insta a los consumidores a verificar la legitimidad de los establecimientos. Estos deben tener visiblemente el título del químico farmacéutico y exhibir la resolución de autorización sanitaria que otorga la Geresa.
En cuanto a los medicamentos, examinar detenidamente las características, como etiquetas, letras legibles, fechas de vencimiento y los precios sospechosamente bajos. Navarro Robledo advirtió que los medicamentos más falsificados son los analgésicos y antiinflamatorios, dada su alta demanda y la práctica común de la automedicación.
Desde la Geresa señalan que la compra y el consumo de medicamentos falsificados pueden acarrear efectos secundarios graves. Incluso poner en peligro la vida de quienes los consumen.
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