El escritor Rafael Dumett, reconocido por “El espía del Inca”, presentó recientemente en el Festival del Libro Arequipa 2023 su libro “El camarada Jorge y el dragón”. En entrevista con ElBúho.pe compartió su perspectiva sobre la forma de acercar la novela histórica al público joven y recomendaciones para nuevos escritores. También habló sobre la situación política actual.
Dumett publicó en junio de este año el primer tomo de lo que será una saga sobre la vida del político peruano Eudocio Ravines. El autor comentó parte del proceso de documentación y la decisión para escribir sobre este personaje influyente en el siglo XX.
¿Cómo acercar la novela histórica y lecturas de largo aliento a los jóvenes?
Al público joven le recomendaría que no lea “El camarada Jorge y el Dragón” a menos que realmente tenga un interés particular en una serie de temas que tuvieron lugar en el siglo XX…
Este personaje, Eudocio Ravines, es un cajamarquino que en un momento estuvo al mismo nivel que Haya de la Torre y José Carlos Mariátegui. Tuvo la particularidad de estar presente en eventos importantes del siglo XX, en los subterráneos de la Historia, tanto de un lado del comunismo como del anticomunismo. Entonces, digamos que es un excelente prisma para poder examinarlo.
Lo que ocurrió en el siglo pasado sigue afectando de maneras inesperadas al presente. Entonces, de alguna manera, busco hacer un balance de ese siglo que acaba de terminar. Esto es una despedida.
Creo que lo que está detrás del proyecto es una manera de despedir el siglo XX. “El camarada Jorge y el dragón” es el primer libro de una saga sobre Eudocio Ravines. En el primer capítulo se da una idea de quién es el personaje, pero en el resto del libro hay una recreación muy bien informada sobre su infancia, adolescencia y primera juventud en Cajamarca, a inicios del Siglo XX.
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¿Cuáles son los recursos documentales e imaginarios para escribir una novela histórica?
Toda novela histórica es una acto de recreación. Yo no podría decir exactamente el grado de exactitud cada vez que hacemos el esfuerzo de recrear la conciencia de otra persona. Ese es un acto de ficción.
Todos los datos, todos los personajes que están aquí, están inspirados en personajes reales, todos. Los eventos que se aluden son eventos efectivamente acaecidos. Ahora bien, si se trata de imaginar a una persona, cómo era realmente, uno se ampara en una serie de acciones que se conoce que realizó. Pero al final, lo que se está haciendo es un acto de recreación ficcional.
Esto es literatura. Es un artefacto construido para proporcionar un placer estético. Da la casualidad que también pretende traer a la palestra una serie de hechos documentados que sucedieron a inicios del siglo XX.
Entonces, trato de hacer mi tarea y operar con cierta precisión y exactitud con respecto a los hechos. Creo que contribuye además algo a la textura, a las aspiraciones de lo que quiero hacer, que es despedir el siglo XX. Pero es antes que cualquier otra cosa: Literatura.
Sí, yo estoy imaginando la conciencia de Eudocio Ravines, yo no estoy haciendo trampa: estoy haciendo lo que hace un escritor.
La documentación le sirve a uno en la medida que le permite entender a su personaje, entender a la época en la cual vivió, entender a la familia que le tocó experimentar.
No hay grandes misterios aquí. Yo opero fundamentalmente como un actor. Yo vengo del mundo del teatro. Cuando un actor quiere poder familiarizarse con el personaje: lee acerca de él, busca la manera como era su familia, cómo era físicamente, si tenía una enfermedad, qué experiencias tuvo, qué época le tocó vivir, cuáles eran las creencias morales de su época, cuál era su religión. En ese tipo de cosas, yo soy muy preciso si quiero construir el personaje, de acuerdo o siguiendo mis reglas, un personaje ajustado en cierta medida a la realidad. Entonces, es lo que tengo que hacer.
¿Cómo llegó a seleccionar a Eudocio Ravines para su obra y cuánto tiempo le tomó esa investigación?
Es muy interesante porque la pregunta es al revés. No es: ¿cómo seleccioné a Eudocio Ravines? La pregunta es: ¿porque a nadie se le ocurrió seleccionarlo antes? Porque de verdad el personaje estaba ahí.
Es un personaje interesantísimo. Es un personaje que ha estado en momentos importantes de la historia no solo a nivel nacional, latinoamérica… sino también a nivel global. Ha estado a la par de Haya de la Torre y Mariátegui. Ha estado en Chile en un rol protagónico, en Argentina, en Estados Unidos, en Vietnam, en España, en Francia, en la Unión Soviética. En todos estos lugares ha tenido experiencias muy interesantes. Por ejemplo, su agente de control, tuvo protagonismo en el caso Watergate.
La pregunta no es cómo llegué a Eudocio Ravines, sino: ¿cómo nadie lo hizo antes?
¿Cómo ha sido el proceso y el tiempo de compilar información sobre Eudocio Ravines?
No he terminado todavía. Este es el primer volumen de una saga. Todo depende de la historia. Yo trataré de hacer justicia a la historia y a los personajes que están ahí involucrados. Entonces, yo no sé cuánto tiempo esto me tomará. Tal vez yo muera en el intento.
¿Cuál es su intención al escribir sobre el siglo XX?
Yo quiero acabar con el siglo XX. Pero da la casualidad que este siglo XX se está repitiendo de nuevas maneras. Está tomando nuevas formas. Hay cosas que me hacen recordar mucho a los años 30 del siglo pasado, donde hay una atmósfera prebélica, donde hay un ascenso de los fascismos. Siento eso muy presente. Quiero ser optimista… Pero sí, es verdad, hay ascenso de los fascismos… por lo menos se ve que está tomando más presencia y preeminencia. No creo que vaya a vencer, pero ¿que es real?: sí.
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¿Hay actualmente un Atahualpa por ser rescatado o asesinado?
No he pensado. Creo que al Atahualpa que yo quería matar era el Atahualpa que se llenó en nuestra consciencia. Este personaje extraño que de alguna manera nos ha llevado a la neurosis colectiva en torno a Atahualpa y todo lo que significa. Tenemos una herida profunda en este país que no solamente ha sido ocasionada por la conquista, sino por todo lo que vino después en la colonia. Incluso hay otro personaje interesante: Diego Cristóbal Condorcanqui.
Para mí, toda la rebelión de Túpac Amaru II y todo lo que significó a nivel continental es otro tema que me obsesiona día y noche. Diego Cristobal Condorcanqui fue el primo de Tupac Amaru II, quien continuó con la rebelión. Para mí, honestamente, la parte inicial de la rebelión de Tupac Amaru II fue la menos interesante. Para mí lo interesante es lo que vino después, el año y medio que continuó.
La rebelión de Tupac Amaru II fue muy moderada. Esta incluyó en su proyecto a españoles, criollos, católicos… De hecho la razón por la cual no funcionó fue porque Tupac Amaru II tenía muchos escrúpulos para sitiar el Cusco.
Lo que vino después, cuando fue asesinado de la manera en la que fue asesinado, fue una radicalización en la rebelión. Ahí fue donde comenzó la espiral de violencia por ambos lados.
¿Realmente considera que hay una ascensión de los fascismos?
Hay un intento de captura del poder por parte de personajes con concepciones autoritarias y que están preparándose justamente para tratar, no creo que lo vayan a lograr, pero tratan de capturar todas las instituciones del país. Básicamente, están tratando de conseguir lo que por medios democráticos no pueden hacer…
Digamos que hay formas fascistas de concepción del poder: Sí. Lo veo. Hay gente como este grupo de “La Resistencia” que tiene formas fascistas de actuar. Son muy prepotentes porque, claro, los poderes fácticos están con ellos. Esperemos, tal vez, a ver cuando ya no tengan la alianza con el poder o la complicidad de los poderes en plaza, ¿qué va a pasar con ellos?
Lo digo porque estoy seguro con lo que está pasando en otras partes del mundo como estos políticos que quisieron tomar el Capitolio en Estados Unidos. Claro, se sentían muy reforzados cuando Trump estaba en el poder. Veamos qué va a pasar cuando cambie el poder, porque va a cambiar.
¿Existe en la política actual algún personaje sobre el cual desearía escribir así como lo ha hecho con Eudocio Ravines?
No, porque son personajes de pacotilla. No valen la pena. Todos son poco interesantes. Eudocio Ravines por lo menos es un converso. Es un personaje inteligente, brillante, bien formado, aunque uno puede tener un montón de reparos.
Estos son unos mequetrefes que cambian de bando porque, bueno, pues sacan más plata en otro lado. No pueden compararse a Ravines. Los personajes políticos actuales no van a pasar a la historia, nos habremos olvidado de ellos.
Hagamos un balance del siglo XXI ahora. Repasemos todos los partidos que han estado en el poder hasta ahora. ¿Queda algo del partido de Toledo?, ¿queda algo del partido de Ollanta?, ¿queda Kuczynski? ¿Queda el APRA?: No. Van a desaparecer.
¿Algún personaje femenino sobre el cual le gustaría escribir?
Gregoria Apaza, que fue una lideresa, hermana de Túpac Katari, y a la vez fue una de las aliadas de Diego Cristóbal Condorcanqui. Era aymara.
También me interesa escribir sobre las mujeres que estaban alrededor de Mariátegui. Estaba Angela Ramos, estaba Magda Portal, personajes muy interesantes.
¿Qué recomendaciones puede concedernos para quienes desean escribir?
Yo no tengo ninguna recomendación que hacerles salvo el hecho de estar en contacto con su propia alma. No estar atentos a la lista de best sellers o libros que ganen más. Uno tiene que estar atento a lo que le suene el mundo, a lo que le hace pensar, lo que le quita el sueño o le preocupa…
Lo importante es que uno sea respetuoso consigo mismo, y para mí no hay mayor acto de respeto a sí mismo que emprender un proyecto cualquiera y tener la disciplina para llevarlo a cabo.
La gente piensa que basta tener ideas y se acabó, cuando más bien hay que trabajarlas todos los días, juntar tiempo para ello. No sé para qué la gente escribe. No es para tener coleguitas en festivales. Es un proceso que uno debe disfrutar.
Aquí la entrevista completa:
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