El ministro de Economía y Finanzas es un contreras. Negó una recesión a todas luces evidente, anunció planes de reactivación económica y el empleo cayó, y dejó entrever una renuncia que nunca se materializó. Alex Contreras le hace daño a la economía peruana.
La de Contreras es la peor gestión en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de la historia reciente. El MEF solía ser un bastión de seriedad, confianza y tecnicismo libre de politiquería; sus ministros eran economistas respetados, de peso. El MEF ahora parece el Ministerio de Cultura, el de Desarrollo Agrario y Riego. Y su cabeza, un señor que intenta salvar su pellejo y el del gobierno del 84% de desaprobación, un funcionario que busca tapar el sol con un dedo, subsistir.
Alex Contreras acumula varios fracasos. ‘Con Punche Perú’ es el más estrepitoso. Presentado a finales del 2022, buscaba impulsar la economía y, en un año, generar 130,000 empleos. Pero en los nueve primeros meses de ese plan, la misma cantidad de peruanos perdió su trabajo. El Instituto Peruano de Economía proyecta una caída del empleo de 0.7% para el 2023.
Su segundo fracaso está en los números. Durante su gestión –y la de la presidenta Dina Boluarte y el primer ministro Alberto Otárola–, la economía peruana ha caído 0.65%. La inversión privada se ha desplomado en 7.3%. Y dos terceras partes de peruanos no perciben al gobierno como un impulsor de la inversión privada, según una reciente encuesta de Datum. Contreras ha culpado a las protestas y a los desastres naturales del último verano, causas ciertas pero no suficientes. Olvidó su incapacidad y la del gobierno del que forma parte.
Conforme avanzó el año, insistió en que el Perú iba a rebotar. Negó una evidente recesión económica repetidas veces. En septiembre del año pasado, cuando ya se conocía que en los primeros siete meses del año la economía había caído 0.58%, Contreras dijo: “Esto va a ir mejorando porque hay señales de recuperación”. Seguía prometiendo un crecimiento de 1.1%, como si cualquier número por encima de cero pudiera ser una buena noticia.
No había ninguna señal de recuperación. Los indicadores eran contrarios a lo que decía Contreras, pero Contreras los contradecía. Tanto las encuestas de expectativas macroeconómicas del Banco Central de Reserva del Perú (BCR) como las privadas señalaban que los agentes económicos iban perdiendo confianza en la economía: de agosto a noviembre del 2023, las expectativas cayeron de 56 puntos a 50, según el BCR, y las de los líderes empresariales sobre sus negocios, de 59 puntos a 46. También está en rojo la confianza del consumidor.
“No había ninguna señal de recuperación. Los indicadores eran contrarios a lo que decía Contreras, pero Contreras los contradecía”
La economía lo que más requiere es confianza y estabilidad. El mercado no confía en Contreras. Sus pares lo rechazan. El exjefe de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, Juan José Marthans, ha dicho que “nuestro frente político es el gran responsable de la escasa inversión privada”. El exjefe de la Sunat, Luis Alberto Arias Minaya, señaló que se ha añadido “incertidumbre”. Incluso congresistas que han mostrado ser un sostén del gobierno de Boluarte reniegan de Contreras. Rosangella Barbarán, de Fuerza Popular, se ha referido a “pésimos resultados y la recesión que intentó ocultar”. Alejandro Cavero, de Avanza País, ha dicho que su reemplazo debería ser “un profesional competente”, como soslayando que Contreras no lo es.
El jueves 4 de enero comenzó con buenas noticias cuando se filtraron a la prensa sus intenciones de renunciar, pero fiel a su estilo, nueve horas después, dio la contra. De criticar la falta de transparencia del gobierno, pasó a repetir el libreto de “seguimos trabajando en la reactivación”. El impasse entre Boluarte y Contreras, la falta de lealtad entre ambos y la débil posición del ministro en el gobierno terminará por pasarle factura al país. Alex Contreras no es el hombre indicado para reactivar la economía.
En caso de que Contreras no renuncie y siga anclando la economía del país al inmovilismo, los peruanos podríamos adoptar una actitud creativa: creer lo opuesto a lo que promete. ¿3% de crecimiento para el 2024, como ha proyectado? Pues no. Si hubiera crecimiento este año, sería más por un efecto rebote que por verdadera producción. ¿Que el Plan Unidos, ese de las 25 medidas de reactivación tan gaseosas como el eterno desbloqueo de proyectos mineros? Entonces que nada sucederá.
Es el nuevo MEF. El de las contrariedades y el humo, el de las meftiras. Es el MEF sin puche.
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