La apresurada ejecución de obras emblemáticas, en sus dos periodos al frente del Gobierno Regional de Arequipa (GRA), ha llevado a Juan Manuel Guillén, desde sus cuarteles de invierno, al banquillo de los acusados. Los procesos seguidos en su contra son los primeros de megacorrupción en la historia de la ciudad y, hasta el momento, no auguran un panorama prometedor para el último caudillo local.
A solo año y medio de culminada su gestión al frente del Gobierno Regional, Juan Manuel Guillén Benavides tiene ya tres procesos judiciales iniciados en su contra y un número mayor siendo investigados por el Ministerio Público. Los casos que comprenden al expresidente regional y a un grupo de exfuncionarios de su confianza, durante dos gestiones, son catalogados como los primeros de megacorrupción en la historia de Arequipa.
El caso que rompió la piñata de investigaciones fiscales sobre Guillén fue el de compras directas irregulares y omisión parcial del pago de canon minero destinado a la UNSA; que motivaron acusaciones de negociación incompatible y malversación de fondos, respectivamente. En estos casos están comprendidos siete exfuncionarios cercanos al expresidente regional, entre los que se cuenta a Miguel Ocharán Pichu, Sarah Peña Dávila, Jorge Luis Aguilar…
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