Aproximadamente el 70% de los habitantes de la ciudad de Arequipa realiza sus labores en la informalidad. Esto representa un problema económico y social de gran magnitud en la región. Para solucionar esta situación, Adolfo Pulgar, jefe de Análisis Legal y Políticas Públicas de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), dice que es necesario generar los incentivos necesarios para impulsar la formalización y reducir la burocracia mediante la simplificación de reglas y la reducción de costos.
La fiscalización se vuelve esencial para combatir la informalidad y garantizar el cumplimiento de las regulaciones laborales. Pero principalmente se requiere una educación enfocada en la pequeña empresa, brindando conocimientos y herramientas que les permitan operar de manera formal y acceder a los beneficios correspondientes.
Adolfo Pulgar destaca los logros económicos obtenidos por el capítulo económico de la constitución de 1993. Según dice, en los últimos años Arequipa ha experimentado un crecimiento significativo en su bienestar económico. La reducción de la pobreza en la región ha sido notable, pasando del 26% en 2007, al 13% en 2022. Los sectores clave que han impulsado este crecimiento son la minería, los servicios y la manufactura.
Es importante considerar que la creación de 160,000 empresas en Arequipa representa el 5.3% del tejido empresarial en todo el país, lo que demuestra el potencial económico de la región. Sin embargo, 8 de cada 10 peruanos fracasan antes de que sus emprendimientos lleguen a los 5 años de vida, según el Foro Económico Mundial.
La informalidad y la burocracia
Es verdad que en Perú hay mejoras en la calidad de vida. Pero a pesar de estos avances, persisten desafíos económicos, como la informalidad laboral y la burocracia, que requieren una atención continua.
La informalidad laboral continúa siendo un obstáculo significativo en la región, impidiendo el acceso a beneficios sociales y condiciones laborales dignas para muchos trabajadores. Para superar este problema, es crucial que los líderes empresariales, el gobierno y la sociedad civil trabajen juntos en soluciones reales que promuevan un desarrollo económico equitativo.
“El emprendedor no ve beneficios en ser formal y lo ve como una regulación innecesaria”
Adolfo Pulgar, jefe de Análisis Legal y Políticas Públicas de la Cámara de Comercio de Lima
Por ello es necesario mejorar el proceso de formalización empresarial. Este puede ser costoso y complejo, especialmente para pequeñas empresas y emprendedores. Los altos costos de registro, licencias y cumplimiento de regulaciones laborales y tributarias pueden desalentar a las personas a formalizarse.
La superación de la informalidad requiere la colaboración entre todos los niveles del estado, las empresas y la ciudadanía. Solo con esa colaboración se puede implementar soluciones que promuevan un desarrollo económico equitativo. Es necesario cambiar la percepción negativa sobre la formalización y simplificar el proceso de registro empresarial, brindando apoyo y capacitación a las personas para facilitar la transición hacia la formalidad.
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