Dina Boluarte regresó a su tierra natal y, aparentemente, toda la población de Chalhuanca le mostró su más sincero respaldo. Comenzando por las autoridades quienes la llenaron de elogios a más no poder, carteles a su favor y niños abrazándola con mucho cariño, tras recibir regalos.
Aparentemente, en el pueblo de Dina no hay ningún reclamo contra ella y su gobierno, ni porque en esa misma región se haya asesinado a 6 civiles. Pero detrás de cámara, como siempre, la situación es otra.
El pueblo de Chalhuanca amaneció rodeado de cientos de policías, quienes revisaban estrictamente los carteles que iban a mostrarle a la presidenta. También se evidenció que varios de ellos repartían carteles a favor.
Adicionalmente, las autoridades exigieron a sus trabajadores asistir en terno o sin chalecos institucionales. Esto, para aparentar que eran pobladores los que fueron a recibirla.
Dina Boluarte se sintió empoderada al punto de creer, con firmeza, que este respaldo es verdadero.
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