āĀæCuĆ”l fue tu trabajo mĆ”s feo?
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āEl de laĀ DemunaĀ āte dice algo inseguraā. SĆ, creo que ese fue el peor.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āĀæY cĆ³mo llegaste allĆ?
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āEn la universidad habĆa convocatorias para hacer prĆ”cticas y yo sabĆa bastante de Derecho Constitucional, del NiƱo y del Adolescente. AdemĆ”s, en laĀ DemunaĀ lo que mĆ”s les interesa es que sepas aplicar la ley frĆamenteā¦
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āĀæY quĆ© es lo primero que recuerdas?
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āEs un sitio que no inspira nada de ternura, todo lo contrario: recuerdo un ambiente tĆ©trico que ni siquiera parece una instituciĆ³n del Estado, sino una casa abandonada. Creo que la gente que llega a ese lugar se debe preguntar si en verdad allĆ la podrĆ”n ayudar. Yo, presintiendo cosas malas, me dije: āĀæen quĆ© me estoy metiendo?ā.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Nancy conociĆ³ a la doctora Rita, una jefa sin alma que le aclarĆ³ el panorama de arranque: āDesde el primer dĆa me di cuenta de que el trabajo iba a ser espantoso porque habĆa demasiados folios de denuncias de mujeres y niƱos de todas las edades. Todo lo vivĆ de golpe. De frente me mandaron a hacer los escritos sobre casos atroces. Y allĆ te das cuenta de que el sistema no estĆ” articulado, Ā”es una calamidad!ā.
āĀæQuĆ© ocurre?
āLas mujeres y los niƱos, apenas ponen un pie en laĀ Demuna, en la mayorĆa de los casos, se arrepienten: los niƱos huyen cuando pueden, las mujeres se inventan problemas e inconvenientes para no testificar. EstĆ” claro que ellos no creen en el sistema, prefieren seguir corriendo riesgos similares o peores.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āDebes tener resistencia emocional āle dijo su jefa, aleccionĆ”ndolaā. Toda persona que trabaje aquĆ debe desensibilizarse. Ā”No tienes de otra!
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Nancy veĆa, casi a diario, a mujeres violadas:
āAllĆĀ aplican el rigor, la absoluta frialdad āte cuentaā. No les podĆamos preguntar a las vĆctimas si se sentĆan bien porque esa labor era de Medicina Legal. Todo era tristĆsimo. El acercamiento personal estaba prohibido, no podĆas generar empatĆa porque, segĆŗn la doctora Rita, es perjudicial. Si te conmueves, perdiste.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā No obstante, cuando llegaban los niƱos la indignaciĆ³n se acrecentaba: āCada criatura sufrĆa una forma de violencia peor que la anterior y asĆ te das cuenta de lo salvajes que pueden llegar a ser los padres cuando quieren daƱar a sus propios hijosā.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āĀæQuĆ© les hacĆan?
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āLos rapaban, los azotaban y hasta les quemaban las manos por no hacer las tareas āte dice conmovidaā. Cuando yo me acercaba a hablarles querĆa darles un poco de cariƱo, pero la doctora Rita se interponĆa.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āLejos de ayudar, tĆŗ entorpeces nuestra labor con tu sensiblerĆa āla amonestaba la doctora Rita. Durante los careos los niƱos se echaban a llorar e incluso se orinaban invadidos por el pĆ”nico. TenĆan vergĆ¼enza hasta de pedir permiso para ir al baƱo. Eran guaguas que se sentĆan incapaces de denunciar a sus padres. A veces se sienten merecedores del brutal maltrato de sus progenitores: āEllos saben que sus padres les han sacado la mierda, peroā¦ quieren volver a las manos de sus agresores, porque intuyen que no hay otra salidaā.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āĀæNo rescatas nada bueno?
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āFue la Ć©poca en la que mĆ”s dulces habĆa en mi cartera. Siempre tenĆa chocolates, caramelos y chupetines para los niƱos. Al niƱo al que sus padres le quemaron las manos por no hacer la tarea, no le podĆa dar el dulce porque tenĆa las manos daƱadas y ademĆ”s no querĆa aceptar el chocolate porque tenĆa miedo de que su madre pensara que Ć©l se lo habĆa robado. Tuve que sacarle el envoltorio y ponĆ©rselo en la boca. Su mamĆ” le habĆa puesto ambas palmas de las manos en el fuego de un primusā¦ La misma gente de laĀ DemunaĀ estĆ” cansada de ver eso a diarioā¦ Creo que lo terminan normalizando.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āSi no me haces caso vas a acabar mal, Nancy āle advertĆa la doctora Ritaā: apenas pongas un pie fuera de laĀ DemunaĀ te tienes que olvidar de todo. Vive tu vida al margen de todo lo que ves acĆ”.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āPero yo no podĆa: le contaba todo lo que veĆa a mi madre o a mis tĆas y me ponĆa a llorar en mi habitaciĆ³n. La doctora Rita era una mujer inconmovible, no sĆ© si siempre fue asĆ o el sistema la destruyĆ³ā, reflexiona.
Un dĆa llegĆ³ a laĀ DemunaĀ una mujer de unos 17 aƱos con una bebita envuelta en raĆdas mantas rosaditas. Su cara lucĆa cuarteada.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āHe venido a poner una denuncia por violaciĆ³n ādijo la mujer arrastrando unos zapatos llenos de tierra, al parecer trabajaba en una chacra.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āĀæPor quĆ© no fuiste primero a la policĆa?
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āPorque en la comisarĆa hay puro hombre āalegĆ³ ellaā y yo les tengo miedo.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā La bebita no lloraba, permanecĆa inmutable. Pensaron que a la denunciante la habĆa violado algĆŗn familiar. Craso error. La doctora Rita empezĆ³ a redactar el documento de forma mecĆ”nica, sin embargo, cuando Nancy se acercĆ³ a la jovencita para darle un chocolate le preguntĆ³ si algo le dolĆa y Ć©sta reaccionĆ³ extraƱada: āA la que han violado es a mi hija de tres mesesā.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āĀæQuĆ© cosa?
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā La madre, con total tranquilidad levantĆ³ las mantitas rosadas, le bajĆ³ el pantalĆ³n a la criatura y asomĆ³ algo espeluznante, similar a una papa hinchada. āĀ”En un cuerpito tan pequeƱo e inocente ver esa protuberancia roja y espantosa! Nunca en mi vida habĆa visto a una niƱa violadaā, recuerda Nancy.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āĀ”Doctora Rita, a la que han violado es a la niƱa! Ā”Tiene tres meses! Esta bebita se va a morir, tenemos que llevarla ahora mismo para que pase el examen mĆ©dico legal.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āĀæQuiĆ©n la ha violado? āpreguntĆ³ la doctora.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āMi padrino, el propietario de la chacra donde trabajo.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā El sujeto le habĆa metido los dedos en la vagina a la reciĆ©n nacida. Durante las pericias el semblante de la mujer trocĆ³ bruscamente: Ā”Se habĆa arrepentido!
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āTĆŗ sabes que despuĆ©s de esto ya no va a haber padrino ni trabajo, Āæno? āle advirtiĆ³ la doctora Rita a la mujer. Entonces ella decidiĆ³ cambiar su testimonio. Estaba sola y devastada. EncubriĆ³ a su padrino y la doctora Rita estallĆ³ contra Nancy: āĀæVes? Por eso no hay que sentir compasiĆ³n, Ć©sta ya se echĆ³ para atrĆ”sā.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā A ella se le hacen agua los ojos mientras recuerda. La madre preguntaba quiĆ©n iba a cuidar a su hija. āNosotrosā, le dijo Nancy sin saber que la mujer se escaparĆa y nunca mĆ”s volverĆa por su criatura.Ā
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āYa no pude aguantar eso: fue mi Ćŗltimo caso. Yo salĆa daƱada de ese lugar. DecidĆ irme esa misma tarde. āDoctora Rita, ya no jalo mĆ”sā, le informĆ³ a su jefa.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āTienes que quedarte āle sugiriĆ³ con un tonito admonitorioā: estĆ”s agarrando cancha.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā āMe da impotencia lo que veoā¦ Ā”Yo no soy como usted!
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Nancy le regalĆ³ sus Ćŗltima raciĆ³n de chocolates a un niƱo que aguardaba afuera con un ojo morado y profundas heridas en las mejillas: āOjalĆ” te vaya bien y nunca mĆ”s tengas que volver acĆ”ā, le dijo antes de abrazarlo con todas sus fuerzas.
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