La cuarentena ordenada por el presidente Vizcarra es sin duda la única medida efectiva para controlar el agresivo avance del coronavirus. Pero ya sabemos que este incendio puede ser controlado en la rapidez de su expansión, mas no puede ser apagado, no por ahora. Las drásticas medidas están sirviendo para contener esta fuerte ola, pero apenas bajemos la guardia la ola puede volver a crecer, y así será hasta que se disponga de una vacuna, en por lo menos 12 a 18 meses. Obviamente la cuarentena no puede extenderse toda esa cantidad de meses, y el país no puede seguir mucho más tiempo semiparalizado como está ahora.
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La realidad nos obliga a estar pensando en cómo podemos convivir con el coronavirus por lo menos por un par de años. Y dado que es nuestro deber como ciudadanos aportar, en este caso, en la lucha contra este mal, enumero aquí algunas ideas, no muy cocidas dado que el tiempo es uno de nuestros enemigos. Todo está sujeto a revisión.
Aprender de los demás. Con la experiencia que les dio el hace poco haber sido impactados por enfermedades infecciosas como MERS o SARS, algunos países están capeando el temporal sin haber paralizado totalmente sus actividades, entre ellos Corea del Sur, Taiwán y ahora China, que está regresando a una limitada normalidad. TAmbién deberíamos, de inmediato, enviar un grupo de científicos para aprender cómo lo están logrando, en sitio. Y deberán enviar reportes desde el primer día para así implementar medidas necesarias lo más pronto posible.
Diagnóstico rápido. La Organización Mundial de la Salud está recomendado “test, test, test”. Porque es determinante saber quién es positivo a la brevedad posible. Entonces se debe disponer de suficientes kits que proporcionen diagnósticos rápidos para proceder al aislamiento evitando más contagios y hacer seguimiento a las personas con las que el infectado haya tenido contacto. La FDA de EEUU ha determinado que cada persona puede tomar muestras de sus propias fosas nasales si se le indica cómo (dibujos o videos) y de esa manera no hay necesidad de enviar a personal de salud con equipo de protección para prevenir contagios.
Fabricar Ventiladores mecánicos. Nuestras fábricas y universidades deben poder fabricarlos. Por lo que parece no es difícil hacerlos y hay diseños de instituciones confiables que están disponibles en la red gratuitamente.
Fabricar más equipo de protección para el personal de salud: más camas, estar listos para improvisar nuevos locales para recibir pacientes.
Asumir que todos estamos contagiados. Cualquiera podría ser portador del virus, incluso personas “sanas”, sin síntomas. En este caso el uso de la mascarilla se hace obligatorio, no para no ser contagiado, sino para no contagiar. Protegiendo a los demás nos protegemos a nosotros mismos. Se necesitará millones de mascarillas durante la cuarentena. Así, para abaratar costos, podríamos usar mascarillas reusables. Vi que Amazon.com está vendiendo mascarillas de tela reusables (lavables), y Gamarra podría empezar a producirlas si se les da las especificaciones, tipos de tela y demás. Las mascarillas también ayudarían a no tocarnos la cara, cosa que hacemos involuntariamente muchísimas veces cada hora.
Limitado contacto con los demás. Salir de la casa solo para necesidades primordiales y para ir al trabajo. Es decir, tener un muy limitado número de contactos y recordar quienes son, en caso que alguien de positivo y se pueda hacer seguimiento a las personas con quienes se estuvo en contacto. Luego, no debe haber reuniones en el trabajo, con familiares o amigos, no espectáculos, no escuelas, no partidos del fin de semana, no misas, no playa.
Medidas de salubridad. Continuar con el distanciamiento social, no darse la mano, el metro y medio de separación, lavarse las manos. Normalizar el uso de lejía como desinfectante, abrir manubrios de puerta con papel u otro material descartable para no tocarlos directamente con la mano, lo mismo con las agarraderas de autobuses. En Italia están recomendando cambiarse la ropa que se usa en la calle y también el calzado. Se puede desinfectarlos los zapatos con lejía diluida.
Finalmente, sancionar a los que pongan en riesgo a los demás. Demasiada gente se toma la cuarentena en broma perjudicando a todos. Algunos países están adoptando sanciones fuertes como acusar de terrorismo a personas que estornudan a propósito sobre otras o sobre comida. Algo similar se puede hacer con quienes llaman a los teléfonos de emergencia sin justificación.
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