Calle Álvarez Thomas Calle Palacio Viejo 
Desde el templo La Compañía Portal de la municipalidad Calle San Juan de Dios Calle Villaba
Ni siquiera los arequipeños más antiguos recuerdan haber visto alguna vez en su vida una panorama así de desolador. Antes de cumplirse los primeros 15 días de cuarentena decretada por el gobierno de entonces a causa del coronavirus, la ciudad de Arequipa era un desierto.
En estas fotografías publicadas por El Búho, muchos pudieron ver la ciudad en todo su esplendor, sin gente; sin el tráfico infernal que hasta antes de la pandemia del coronavirus caracterizaba la urbe y que hoy ha vuelto.
Pese a la belleza de la arquitectura colonial que quedó al descubierto y la de las casonas y calles del centro histórico, la soledad que vivió el fotógrafo, las noticias sobre las muertes que flagelaban otros países y la incertidumbre, contrastaba con ella.
Así, el suceso más importante en o que va del siglo, convirtió a la ciudad de Arequipa, como a todas las del Perú, en una ciudad aparentemente deshabitada, donde el miedo se había apoderado de sus calles y plazas, la desinformación cundía y los jóvenes y niños vivían, por primera vez, un encierro que, en ese momento, no sabíamos que se prolongaría por casi dos años.
Este paisaje se vivió en Arequipa al inicio de la pandemia del coronavirus. Luego, con el pasar de los meses, casi 7 mil familias arequipeñas vivieron esta soledad en sus corazones, tras despedir a un ser querido, víctima de la nueva enfermedad.
Las lecciones de vida que todos dijimos haber aprendido durante la pandemia, parecen destinadas al olvido. Esperamos que estas imágenes renueven los buenos propósitos que hicimos en aquellos días. Y todos, procuremos un mundo mejor, pese al dolor y las huellas que ha dejado el virus en toda la humanidad. Y no olvidar que, pese a nuestros deseos, aún no se ha ido.
FOTOS: Erick Rodríguez
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