Mark Vito, ex esposo de Keiko Fujimori, ha aparecido con un radical cambio de look que le ha valido una inmediata popularidad en redes sociales. Y mientras crecen los rumores de que estaría próximo a participar en programas de televisión como “chico reality”, los peruanos comienzan a olvidar las graves acusaciones que pesan en su contra.
Mark está incluido en el caso cócteles. La empresa que él fundó en 2014, MVV Bienes Raíces SAC, recaudó hasta el 2018 la suma de 2 millones de dólares. En una entrevista Vito admitió que percibía 20 mil soles mensuales por esa actividad. Sin embargo, el fiscal José Domingo Perez aseguró que dicha inmobiliaria no había generado ingresos desde el 2018, pero seguía efectuando operaciones comerciales “inusuales” como donaciones, compras y pago de trabajadores.
“Yo vendo inmuebles de terceros y me pagan una comisión”, dijo en su momento. Pero la mayoría de sus clientes eran aportantes de las campañas presidenciales de Keiko Fujimori. Esto le daría razones a la Fiscalía para sospechar que la empresa era solo apariencia de legalidad para justificar los ingresos del ex esposo de Fujimori. Por este caso la Fiscalía ha pedido 22 años de cárcel en su contra.
Sospechosa apariencia mediática
Mark Vito no es el único que ha obtenido pantalla mediática. La hija mayor que tiene con Keiko, Kyara Villanella, también hace apariciones en televisión tras haber sido coronada como la miss Teen Perú 2023. Todo esto en medio del escándalo de Joaquín Ramirez, exsecretario general de Fuerza Popular.
Tanto Mark Vito como Keiko Fujimori, tienen una antigua relación con Joaquín Ramírez. Fueron padrinos de una capilla donada por el ahora alcalde provincial de Cajamarca en 2012. Tras la donación, Joaquín Ramirez pasó a ser secretario de Fuerza Popular, desplazando a Jaime Yoshiyama. Mientras tanto y, por el momento, Keiko Fujimori sigue guardando silencio.
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