Don Porfirio Arias Acuña es un ejemplo de esfuerzo y persistencia. En una emotiva ceremonia, el peruano de 76 años recibió su diploma de egresado como parte de la promoción de la Escuela Profesional de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional de Ingeniería.
Sin embargo, para don Porfirio, graduarse de una de las casas de estudios más prestigiosas y exigentes del Perú, no es el límite. Luego de titularse, su sueño es hacer una casa semi inteligente, acercarse a la robótica y compartir sus conocimientos con personas de escasos recursos.
“En el mundo no hay imposibles; lo que uno quiere, lo puede lograr”, una frase muy poderosa que don Porfirio usa como lema de vida y repite para inspirar a los jóvenes peruanos a no rendirse. Es por eso que tiene muy bien ganado el apodo de “porfiado”.
El camino de don Porfirio
Don Porfirio Arias nació en San Vicente de Cañete, siendo el penúltimo de 8 hermanos y llegó a la capital con tan solo 14 años, para trabajar. Logró ingresar a la universidad en 1973, pero el exceso de trabajo y las enfermedades lo alejaron de cumplir su sueño.
Para poder pagar su habitación y alimentación, el peruano de 76 años tenía jornadas largas como carpintero en un taller. Eso le impidió asistir a clases de forma continua hasta que contrajo tuberculosis y tifoidea, enfermedades que lo postraron en una cama. Según contó a Andina, en 2018 decide regresar a las aulas de la UNI.
En su discurso de graduación, Don Porfirio dedicó su logro a sus padres, a sus hermanos y a toda su familia que lo apoyaron en esta etapa. “A la juventud de hoy quiero decirles que siempre sean persistentes en la vida y alcancen el sueño y las metas que persiguen”, añade.
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