El asalto a la Junta Nacional de Justicia otra vez estĆ” en marcha. Los otorongos de la SubcomisiĆ³n de Acusaciones Constitucionales aprobaron el nada parcializado informe de Esdras Medina que recomienda destituir e inhabilitar a los magistrados por 10 aƱos.
En respuesta, la JNJ rechazĆ³ el nuevo atropello congresal y denunciĆ³ que afecta la autonomĆa ademĆ”s de impedir el cumplimiento de sus funciones constitucionales. En su defensa, la junta apuntĆ³ directamente al otorongo evangĆ©lico, haciendo notar que habĆa adelantado juicio y, por tanto, no tenĆa imparcialidad.
Un condicionante que viola el artĆculo 8 de la ConvenciĆ³n Interamericana de Derechos Humanos, que establece que quien instruye o juzga no puede tener una postura ya tomada, como sĆ tuvo Esdras. Aun asĆ, tal parece que todo estĆ” consumado.