Si hay algo que muchas ciudades pueden envidiar de Arequipa, es su amplia y diversa arquitectura, conservada y puesta en valor en las últimas décadas. Un claro ejemplo de esta arquitectura son los tambos, ubicados al ingreso de la plaza principal de la Ciudad Blanca, a donde llegaban antiguamente los ganaderos con sus animales, desde distintos puntos de la ciudad.
El objetivo era vender ganado y otros productos, cubriendo largos caminos con la finalidad de llegar a los tambos, que servían como posadas. Aquí podían recibir alimentos y disponer de un lugar donde pasar la noche.
Los más bellos tambos se encuentran cruzando el puente Bolognesi. Por ejemplo, el tambo La Cabezona, uno de los monumentos arquitectónicos puestos en valor tras un largo trabajo que incluyó la negociación con los dueños para que cedieran espacios públicos a cambio de reparar el interior de sus viviendas.
En 1991 fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, considerando que la construcción más antigua del tambo data del siglo XVIII. A partir de su revaloración, se emprenden las iniciativas para poner en valor sus balcones, zaguanes, bóvedas, etc.
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) impulsó esta recuperación, manejando un presupuesto de 200 mil soles. La restauración inició en 2006 y duró aproximadamente 4 años. Precisamente en 2010 llegan a Arequipa los príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, para inaugurar el remozado tambo.
Tambo de Bronce
Este tambo, ubicado en el barrio de El Solar, fue construido en el siglo XVIII y fue propiedad de Juan Pío Montúfar y Frasso I, Márquez de Selva Alegre. El nombre lo adquiere durante la toma de Arequipa, en la guerra entre Perú y Chile. El recinto se convirtió en un cuartel de artillería entre el 14 de septiembre al 24 de octubre de 1883.
La construcción original data del siglo XVIII y fue afectada seriamente por el terremoto del 23 de junio de 2001. Esta fue una de las principales razones para iniciar su restauración, como parte de la historia de la Ciudad Blanca.
Aquel movimiento sísmico afectó a tal punto su infraestructura que derrumbó la bóveda del zaguán de ingreso. Además, en aquel momento se censaron a 23 familias que habían quedado vulnerables a una estructura endeble por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento.
Ahora es parte de uno de los atractivos arquitectónicos del Centro Histórico de la ciudad.
Tambo de Matadero
El tambo del Matadero le debe su nombre a que antiguamente este recinto albergaba un camal. Su construcción data de 1558, su arquitectura estaba inclinada a una estructura civil doméstica.
El tambo era conocido antes como La Barranca del Río y tenía también un fin comercial y de posada. Quizá sea el tambo más antiguo de la ciudad, y es de los más amplios, ya que tenía más de 5 mil metros cuadrados de extensión, pero actualmente mide 3 mil 500 m² por ocupaciones ocurridas durante los años.
La arquitectura inicial de este tambo era básicamente bóvedas que iban en paralelo con la calle Puente Bolognesi. El terremoto de 2001 también fue el punto más álgido en el abandono de este tambo. Sufrió daños en su estructura, como bóvedas, zaguanes, etc.
Al igual que los otros tambos restaurados, el tambo del Matadero pasó por tres etapas:
- Recuperación de los espacios comunes
- Rehabilitación de viviendas con dotación de servicios básicos
- Adecuación del entorno urbano
Los tres tambos restaurados forman parte de los monumentos históricos de la ciudad, y conservan su misticismo y esplendor, ejemplos de un gran trabajo de recuperación arquitectónica.
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