El Consejo Universitario de la Universidad Nacional de San Agustín, aprobó el informe de la Comisión Especial que concluye que la obtención del Título Profesional del Contralor de la República, Edgar Alarcón, fue realizada sin cumplirse los requisitos legales, puesto que no acreditó experiencia profesional de tres años como estipulaba la ley y el reglamento.
Además, se nombró otra comisión integrada por 3 decanos con el encargo de analizar el informe aprobado y determinar los aspectos académicos, administrativos y legales a que hubiera lugar, de los que se derivaría cualquier otra consecuencia en relación al Título Profesional. La comisión tiene un plazo de 30 días y está integrada por los Decanos de Medicina, Hugo Rojas, de Ciencias de la Educación, Luis Cuadros: y de Ingeniería de Procesos, Henry Polanco.
Según se supo, en días previos el Contralor había solicitado que el abogado Lizárraga se aparte de la Comisión que elaboró el informe, por tener conflictos de interés. Adjuntó dos informes de Control en los que está comprendido, como prueba. Además, la Oficina Regional de Contraloría ha solicitado informes sobre su desempeño actual como Decano de la Facultad de Derecho.
El rector de la UNSA, Rohel Sánchez, informó que también ha sido solicitado un informe por parte de la comisión del Congreso de la República que investiga al Contralor y que preside el congresista Marco Arana, a quien se responderá esta misma tarde.
Sobre posibles represalias, el rector señaló que las auditorías son bienvenidas y que su gestión actúa con transparencia, por lo que no teme las acciones de control.
PRESIONES
Por su parte, el presidente de la Comisión cuyo informe se aprobó, Javier Lizárraga, señaló presiones de parte de la Contraloría, al haber sido requerida la Universidad de informes sobre su persona.
La Contraloría General envió dos informes de Control a la Universidad, sobre la supuesta vinculación de Lizárraga con actos irregulares cuando se desempeñó como Decano, previamente y como Consejero Regional en gestiones pasadas.
“Está usando recursos de la Contraloría para un tema personal”, dijo en relación a las acciones que ha venido realizando el ente de Control.
Preguntado si no teme que esta decisión genere un cargamontón contra la Universidad, Lizárraga señaló que está seguro que lo habrá. Recordó que años atrás, cuando se descubrió una mafia funcionando dentro de la Contraloría, se iniciaron operativos en la ciudad para distraer la atención.
Añadió que estas actitudes no lo intimidan y se ratificó en calificar de fraudulento el título de Contador Público que obtuvo Edgar Alarcón.
VISITA DEL CONTRALOR
No vino solo. Según se supo, el pasado jueves 22, el Contralor de la República se presentó en la UNSA solicitando entrevistarse con el Rector, acompañado de varios funcionarios de la Contraloría y de su abogado. Estuvo el Gerente Regional, de Contraloría, Ricardo Godoy, además del nuevo jefe de la OCI de la Universidad y dos funcionarios más.
“¿Por qué mi Alma Mater me está tratando así? habría preguntado al rector Rohel Sánchez quien afirmó ante el Consejo Universitario que, en ningún momento emitió pronunciamiento u opinión alguna, pues se limitó a informar al contralor que el informe se vería en Consejo Universitario en la fecha programada.
Durante la sesión, varios decanos se manifestaron por la necesidad de sincerar lo que había ocurrido en el año 2000 al interior de la Universidad, cuando era rector Rolando Cornejo Cuervo, puesto que no es la primera denuncia sobre la obtención de grados y títulos de manera irregular en esa época.
“Debemos marcar la diferencia y que se sepa la verdad, pues esto no puede volver a ocurrir en nuestra universidad”, se escuchó decir.
Sin embargo, a pesar de que hubo pedidos expresos, el Consejo Universitario decidió no pronunciarse sobre la denuncia de plagio que se hizo sobre su trabajo-informe, aceptando la justificación del Contralor de que, al no tratarse de una tesis, no debía cumplir las normas generales contra la copia, los derechos de autor y el rigor académico.
¿FRAUDULENTO?
Sobre el carácter fraudulento del título, se aclaró que el término fue empleado por Javier Lizárraga, a título personal, mas no figura en el informe. Al respecto, algunos decanos señalaron no estar de acuerdo con esa sindicación, ya que no estaría probado, aunque sí lo está la existencia de una irregularidad.
Según trascendió, en el expediente de titulación de Edgar Alarcón, no hay más documentos que la constancia de trabajo de la Contraloría. En uno de los documentos se puede leer una anotación de quien fuera uno de sus jurados, Carlos Nieto, señalando que el expediente no cumplía con los requisitos, pues faltaba acreditar 3 años de experiencia. Sin embargo, esa misma persona firma un documento, el mismo día 4 de abril del año 2000, dando pase al expediente para el sorteo de jurados, señalando que se cumplían los requisitos, sin adjuntar una constancia adicional u otro documento. Este catedrático se encuentra actualmente fallecido, por lo que encontrar responsabilidades no será una tarea fácil.
