Las exportaciones de bienes han disminuido por la caĆda de la demanda derivada del menor nivel de actividad de los paĆses, la baja de los precios de materias primas, la interrupciĆ³n de la cadenas de valor y la menor demanda de insumos intermedios; asĆ como las medidas restrictivas a las exportaciones y el comercio internacional que se establecen por la pandemia (segĆŗn Global Trade Alert, mĆ”s de 50 paĆses lo han hecho).
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Algo similar ocurre con los servicios, sobre todo viajes y turismo, que son la mayor parte de las exportaciones de AmƩrica Latina, y han sido afectadas severamente.
La magnitud del shock se estĆ” comparando con la Gran DepresiĆ³n de 1929, o las guerras mundiales. Hay incertidumbre sobre la duraciĆ³n de la crisis y el perĆodo de recuperaciĆ³n; y los escenarios resultantes, con los cambios geopolĆticos y econĆ³micos, aĆŗn difĆciles de predecir. Pero, al parecer, China saldrĆ” fortalecida en cualquier caso.
Cada paĆs estĆ” tomando mĆŗltiples y heterogĆ©neas medidas que han vuelto a dar al estado un renovado protagonismo. Tirios y troyanos han planteado mecanismos de intervenciĆ³n en la salud pĆŗblica, en los mercados y formaciĆ³n de precios, incluso en la asignaciĆ³n de recursos que deben ser prioritarios para enfrentar la pandemia
Mecanismos de cooperaciĆ³n y solidaridad son fundamentales, asĆ como la centralizaciĆ³n de toma de decisiones y el uso de la fuerza pĆŗblica para su implementaciĆ³n.
Hay una redefiniciĆ³n de la relaciĆ³n estado-mercado, que ya venĆa siendo cuestionada en AmĆ©rica Latina, aĆŗn en paĆses que eran presentados como paradigma liberal. Esta pandemia parece hacerla irreversible.
MƔs allƔ de la crisis
Los grupos empresariales y de poder estĆ”n apoyando que los estados aumenten su gasto e inversiĆ³n, los puntos del PBI que sean necesarios para enfrentar la crisis de salud, atender a los sectores vulnerables; pero a ellos tambiĆ©n. Se trata de afectarlos lo menos posible. Esperan, que una vez superada la emergencia (no importa cuĆ”nto dure si el estado la financia), las cosas vuelvan a ser como antes, o lo mĆ”s parecido. Muy difĆcil.
La crisis ha mostrado las vulnerabilidades estructurales de nuestros paĆses. Desigualdad, exclusiĆ³n, pobreza, alta informalidad, dependencia del capital extranjero, precariedad de los servicios sociales, y de empleo; agricultura abandonada,(especialmente la agricultura familiar que ahora nos salva),economĆa reprimarizada y concentrada, servicios bĆ”sicos privatizados que siguen haciendo ganancias.
TambiĆ©n se ha mostrado el heroĆsmo de los trabajadores de salud, servicios esenciales, agricultores, fuerzas del orden, que en esas condiciones (que el gobierno trata de paliar como puede) estĆ”n en la primera lĆnea de combate, tratando de protegernos y que los efectos no sean apocalĆpticos. Esa solidaridad, valor y determinaciĆ³n de un pueblo milenario, nos ha permitido en el pasado superar horas aciagas de nuestra Patria, y lo haremos nuevamente. Por eso hemos seƱalado, en otro artĆculo, que todos debemos poner el hombro.
ĀæMĆ”s de lo mismo?
La magnitud de la crisis, no solo obliga a usar los recursos que tenemos como paĆs para enfrentar la emergencia. En la gran depresiĆ³n de 1929 o las guerras mundiales, AmĆØrica Latina se vio obligada a replantear sus estrategias de desarrollo y de inserciĆ³n internacional. No solo con mayor intervenciĆ³n del estado, sino con procesos de sustituciĆ²n de importaciones, que tuvieron resultados diversos en la regiĆ³n, pero que fueron exitosos en el Asia, combinados con la exportaciĆ³n de manufacturas.
No se trata de repetir errores del pasado, pero tenemos que plantearnos una tarea de esa magnitud. Una nueva industrializaciĆ³n inteligente con cadenas regionales de valor, promociĆ³n y explotaciĆ³n sostenible de nuestra biodiversidad, fomento de crecimiento verde, economĆa azul, economĆa naranja, biocomercio y bioeconomƬa, servicios ecosistĆ©micos y ecoturismo, energĆas renovables. Para ello, es clave la inversiĆ³n en innovaciĆ³n ciencia y tecnologĆa, adecuados estĆ”ndares ambientales y laborales, con diĆ”logo social. Y, un nuevo pacto fiscal para hacerlo posible.
De nuevo la integraciĆ³n
En la emergencia, es clave la cooperaciĆ³n, la armonizaciĆ³n de polĆticas, compras pĆ¹blicas de insumos materiales y equipos para superar la emergencia, y tĆ©cnicos con experiencia para asesorar el proceso, como generosamente lo estĆ”n haciendo China y Cuba. No solo en salud, sino en el frente econĆ³mico, es mucho mĆ s lo que deberĆamos hacer desde los organismos de integraciĆ³n. En el tema productivo, financiero, en la retroalimentaciĆ³n de polĆticas y estrategias.
La prueba mayor estĆ” en Europa. Si no son capaces de enfrentar conjuntamente desde la UniĆ³n Europea la emergencia, es posible que tenga un futuro poco promisorio; mĆ”s aĆŗn luego del Brexit. Tienen los instrumentos, y ojalĆ” los utilicen. Pueden en ese caso ser una referencia nuevamente, como cuando inspiraron varios acuerdos de integraciĆ³n en el mundo.
Pero no solo es la emergencia. Una vez que salgamos -mĆ”s temprano que tarde- debemos impulsar una estrategia de desarrollo alternativa, que tenga componentes como los que hemos sugerido. En esa agenda, la integraciĆ³n regional tiene un nuevo rol que cumplir para el futuro de la regiĆ³n.
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