Es muy probable que los jóvenes escritores arequipeños estén, cada vez más, alejándose de nuestra tradición literaria. Tal vez esa distancia se deba a la desbordante información a la que se tiene alcance a través de los medios de comunicación electrónicos, y sea más fácil leer la poesía de un joven al otro lado del mar que lo que se produce a la vuelta de la esquina. El acceso a la información virtual, ya lo sabemos, ha afectado las visitas a las bibliotecas, el préstamo de libros y los paseos por las librerías, y, en consecuencia, nos ha distanciado de la literatura.
Si bien tampoco es necesario generalizar esta percepción, lo cierto es que se nota en la producción literaria nueva, una falta de lectura de los poetas mayores por parte de los escritores jóvenes. La nueva poesía parece ser ligera, banal, improvisada, fofa. Se reconocen, por supuesto, versos y poemas muy bien logrados. Y son aquellos en los que se puede reflejar influencias, acercamientos o vestigios de lo leído en otros poetas. Estas reflexiones vienen a cuento ante la publicación de un libro en el que se repasa la obra del poeta arequipeño Alberto Hidalgo, por parte del escritor José Gabriel Valdivia: Poemas sin mayoría de edad de Alberto Hidalgo (Editorial UNSA, 2023).
Hidalgo debe ser el poeta arequipeño de mayor complejidad temática y formal de la primera mitad del siglo pasado. Y también el de más prolífica producción literaria. Pero, sobre todo, fue uno de los mayores promotores y difusores de la poesía latinoamericana y uno de los más agudos críticos literarios. Publicó su primer libro a los 18 años. Y a los 29 publicaría con Jorge Luis Borges y Vicente Huidobro el fundacional Índice de la nueva poesía americana. Mantuvo ardientes debates sobre arte y literatura con icónicos literatos de América y España a través de diatribas, pasquines y cartas. Esto le dio fama de injurioso y ofensivo.
En el campo estrictamente creativo, Hidalgo es el vanguardista inaugural de la poesía peruana, con profunda vocación renovadora y combativa, actitud que lo llevó diversas corrientes y propuestas estéticas, como el creacionismo, simplismo y el futurismo. Viaja mucho y aprende. Valdivia destaca la asimilación de Hidalgo de su experiencia europea y la revierte desde Buenos Aires para contagiarla a la nueva poesía latinoamericana. Y lo llama “peregrino genial”.
No es una exageración. José Gabriel Valdivia pone como ejemplo el libro Panoplia lírica (1917 – 1927) y señala que es uno de esos pocos libros escritos por jóvenes que generan inmediata admiración en los lectores. Con un notable prólogo de Abraham Valdelomar, a quien Hidalgo admiraba, el libro anuncia también la desbordante personalidad de un poeta que ve a la literatura como un arte total.
Dice Valdivia: “Es que Hidalgo se ha formado solo y es osado, audaz, temerario. No tiene razón alguna para ser modesto. Por el contrario, solo debe mostrar su panoplia repleta de blancas armas poéticas, única coraza personal, símbolo de sus agonales y cotidianas pugnas literarias.” (pág. 37).
El aporte de José Gabriel Valdivia para enriquecer los estudios sobre Hidalgo, que también generó interés en otros críticos jóvenes y lúcidos como Juan Yufra, debe ir más allá. Mejor dicho, debe salir de las aulas universitarias e instalarse en las escuelas. Y debe instalarse en los espacios de debate literario de la nueva movida poética de la ciudad. Así, la trascendencia de su obra, el alcance intelectual y artístico de la propuesta estética y política de Hidalgo, debería instalarse en el repaso de la tradición literaria de Arequipa.
La lectura del libro de Valdivia ayudaría en gran medida a revalorar y debatir sobre Hidalgo, a quien se le tuvo como referente, incluso de inspiración y motivación por parte de las generaciones del sesenta, setenta y ochenta del siglo anterior, pasando luego al casi olvido por parte de las nuevas hornadas de poetas que, contradictoriamente, se ufanan de renovadores de la poesía arequipeña.
El texto de Valdivia contiene un exhaustivo repaso a la obra básica de Hidalgo. Una valoración moderna. Una selección poética anotada. Una biografía literaria y una bibliografía actualizada. Todo lo que ayudará a cualquier joven de lectura responsable, acercarse a uno de los poetas mayores de la literatura peruana. Y, sobre todo, contribuiría a que las nuevas generaciones de escritores acorten la brecha que los separa de la rica tradición literaria arequipeña.
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