Si ya viste todas las películas de los hermanos Marx y ya seguiste todos los episodios de “You bet your life”, quizá sea el momento de empezar por los libros de este singularísimo “schmuck”, el único Marx posible.
La obra más divertida es “Groucho y Chico, abogados”, pero la autobiografía, “Groucho y yo”, es la más importante, no sólo por su estilo ingenioso, inverosímil y descacharrante, sino porque es obra directa, sin negros intermediarios, del propio Groucho, quien en el primer capítulo advierte: “… todas las palabras de este engendro tortuoso y mal escrito han sido sudadas por mí”.
Como se puede prever, el libro hace un repaso cáustico desde “los viejos días del vodevil” hasta la sensación televisiva que fue “You bet your life”, pasando, claro, por el ascenso vertiginoso de los hermanos (con Gummo y sin Gummo) entre los años 30 y 40. Groucho, un hombre que dejó la escuela a los 12 años para educarse por su cuenta, nos narra su vida con gran elocuencia y con eruditas alusiones a grandes personajes de la literatura y de la historia. No en vano T. S. se declaraba un rendido admirador suyo (Groucho le llamaba “Tom” a petición suya).
La loca verborrea, los juegos de palabras intraducibles, las disparatadas conexiones lógicas, las punzantes adjetivaciones humillantes, en fin, el lenguaje vuelto de revés, eso que nos hizo admirar tanto a Groucho al punto de situarlo como modelo de vida y de conducta, todo eso está presente en este libro. Mi sugerencia es que se empiece por este, se continúe por “Memorias de un amante sarnoso”, se pase luego a las cartas (la edición de Anagrama es excelente) y se remate con “Hola y adiós” de Charlotte Chandler, todos editados por Tusquets. “El mundo según Groucho Marx” de David Brown es un buen resumen de las ediciones citadas. Luego hay otros pequeños libelos como “Camas” o “Por qué le llaman amor cuando quieren decir sexo” que complementan el material bibliográfico de Groucho.
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